CASCABEL LOMO DE DIAMANTE


Pocas serpientes hay tan famosas en Norteamérica como la cascabel lomo de diamante occidental siendo a la vez admirada y destruida con igual pasión tanto por aquellos que tanto defienden su derecho a seguir viviendo en las tierras que ocupaba ancestral mente como por aquellos otros que exaltan su peligrosidad y obtienen un beneficio económico de sus decapitados cadáveres. Después de la serpiente de cascabel diamantina o lomo de diamante oriental Crotalus adamanteus la cascabel que aquí nos ocupa es la segunda serpiente venenosa más grande de los EEUU con una longitud máxima de 2. 13 metros aunque ejemplares de más de 1.20 no son difíciles de encontrar ni en la naturaleza ni mucho menos en cautiverio.
 Los hábitos de esta especie son terrestres y crepusculares o nocturnos en los meses más calurosos del año y diurnos en los más frescos con un periodo de hibernación durante los meses más fríos del invierno el cual pasan ocupando madrigueras de animales abandonadas o cuevas donde cientos de serpientes de esta y otras especies pueden llegar a congregarse para hibernar y sobrevivir al frío. Después de la hibernación anual y con la llegada de la primavera las serpientes se dispersan por el territorio que rodea el invernáculo para comenzar a alimentarse y a aparearse, después de la cópula y un periodo de gestación de varios meses las hembras alumbran crías vivas en el interior de sacos translúcidos que las crías rompen nada más nacer ( reproducción ovovivípara ), la cantidad de crías alumbradas depende del tamaño de la hembra, cuanto más grande es esta más crías nacerán, no obstante la cantidad oscila entre las 4 y las 25, debido al desgaste físico que suponen estos alumbramientos las hembras solo se reproducen cada 2 años. Las pequeñas cascabeles nacen con una longitud de alrededor de 27 cm y con unos colores más marcados que los ejemplares adultos.


La alimentación de las cascabeles adultas está basada primordialmente en los mamíferos de pequeño tamaño como ratones, ratas, pequeños conejos y ardillas aunque otras presas como aves, reptiles ( lagartos y raramente otras serpientes ) e incluso ocasionalmente anfibios o carroña son raramente consumidos. La táctica de caza de estas serpientes está basada primordialmente en el acecho durante la noche, estos reptiles se sitúan en las zonas recorridas por sus presas habitualmente y las esperan localizándolas en la oscuridad mediante sus fosetas termorreceptoras o mediante su olfato para asestarles un rápido mordisco mediante el cual inoculan su veneno profundamente en los tejidos de su presa, hecho esto la serpiente libera al animal el cual huye aunque no llegará muy lejos con el veneno circulando por su cuerpo, la serpiente solo tiene que buscar el cadáver de su presa ya muerta y consumirlo.


 El veneno de esta especie es considerablemente peligroso para el ser humano, su acción es fundamentalmente hemorrágica hasta el punto de que el 53 % de sus componentes están destinados a alterar negativamente las propiedades de la sangre, no obstante otro 17 % de dichos componentes es de carácter neurotóxico y un restante 30 % está formado por proteasas digestivas, volviendo a las neurotoxinas presentes en dicho veneno algunos ejemplares ( 2 de 12 ejemplares en una muestra ) poseían una neurotoxina análoga a la de la serpiente cascabel del Mojave Crotalus scutellatus lo cual los convierte en los ejemplares potencialmente más peligrosos.


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